Instagram, aplicación que permite compartir fotos en diferentes redes sociales, ha sido objeto de varias polémicas esta semana. La última, el intento de linchamiento por parte de un grupo de adolescentes que trataron de acceder a la escuela de quien había subido varias fotos de sexting de ellos a Instagram.
Al parecer, una estudiante sueca de 17 años había solicitado fotos de sexting para ponerlas en Instagram con la promesa de no desvelar la fuente de quien le pasara las fotos. Su cuenta se llenó de cientos de fotos de niños y niñas de 13/14 años, muchos con sus nombres incluidos y con las supuestas actividades sexuales que se realizaron. Según comentan los afectados y sus compañeros, no había desnudos ni fotos comprometidas, pero las sugerencias y esas supuestas actividades sexuales fueron suficientes para enfurecer a los afectados. Había tantas fotos en esa cuenta de Instagram, que varios estudiantes se organizaron por Facebook para encontrar a los culpables y cuando encontraron a la autora, hicieron un llamamiento para ir a su escuela para lincharla.
La policía acordonó y protegió el centro escolar pero eso no impidió que se produjeran disturbios y algaradas. Los jóvenes lanzaron piedras a los agentes, saltaron encima de los coches y tumbaron farolas y papeleras.
Nuevamente se demuestra la facilidad con la que las personas son difamadas a través de Internet, basándose en simples rumores, y la velocidad con la que se organizan y promueven prácticas antisociales que acaban causando serios disturbios.
Amanda Todd, una chica canadiense de 15 años fue encontrada muerta la semana pasada, apenas un mes después de haber grabado y publicado un vídeo en Youtube en el que denunciaba estar sufriendo ciberbullying a raíz de un caso de sexcasting (había sido engañada para mostrar sus pechos en la webcam con 12 años y la imagen circuló fuera de su control). Su madre, que trabaja de profesora, ha declarado que desea que el vídeo, titulado My Story: Struggling, bullying, suicide and self harm (Mi historia: lucha, bullying, suicidio y autolesión), permanezca en Internet tras la muerte de su hija para contribuir a evitar nuevos casos como el de Amanda: «Es lo que mi hija habría deseado», explicó en Twitter. El vídeo ha sido visto hasta el momento por más de 3 millones de personas y ha recibido casi 70.000 comentarios de usuarios de Youtube.
Ya se han creado páginas de homenaje en Facebook y hashtags específicas en Twitter para recordar a Amanda, aunque también se siguen recibiendo mensajes crueles de burla, mostrando de nuevo que el ciberbullying post-mortem no es infrecuente. También hay personas que disculpan a quienes acosaron a Amanda Todd en Facebook, argumentando que no tienen ellos la culpa de que enseñase los pechos y publicase datos personales en Internet. Eso sucedió cuando ella estaba en 8º curso (12 años) y una captura de ella mostrando brevemente los pechos por la webcam (durante una sesión de videochat en el web BlogTV) fue distribuida entre sus familiares, amigos y compañeros de colegio por alguien que la intentaba sextorsionar. Aunque cambió varias veces de centro escolar para huir del linchamiento y aislamiento social que sufrió como consecuencia, el bullying la perseguía. «Ya no puedo recuperar esa foto. Estará en Internet para siempre», escribió la joven en su vídeo de denuncia, donde explica el intento de sextorsión: en un mensaje recibido por Facebook una año después de haberse mostrado en topless en BlogTV, su acosador le dijo: «Si no haces un show para mí (en la webcam), enviaré [la foto con] tus tetas». Las amenazas se cumplieron y este hombre llegó incluso a poner dicha foto como su perfil en Facebook (algo supuestamente prohibido y controlado por los responsables de esta red social).
Según la madre, el hombre para quien Amanda se había mostrado en topless vía webcam continuó acosándola, fingiendo ser un estudiante y añadiendo en Facebook a los compañeros de la joven, tras lo cual les enviaba el vídeo con el desnudo de la menor. Este llegó incluso a sus profesores.
Tiempo después de aquella difusión de la imagen de sus pechos y en el contexto de su búsqueda de aceptación y de amigos tras un nuevo cambio de colegio, Amanda fue golpeada por un grupo de chicos y chicas que, además, grabaron la agresión. Aquel día acabó inconsciente en una zanja, donde la encontró su padre: una vez en casa se intentó suicidar bebiendo lejía. Sus acosadores y agresores, en una muestra de extrema crueldad, se burlaron de ella etiquetándola en Facebook en fotos de botellas de lejía y publicando mensajes diciendo que ojalá muriese. Amanda había buscado refugio en las drogas y el alcohol, pero reconoce en el vídeo que esto sólo sirvió para aumentar su nivel de ansiedad. Ahora llevaba tiempo acudiendo a tratamiento psicológico.
El legado que deja la chica canadiense también inlcuye una presentación en el web Prezi donde daba consejos para actuar ante el ciberbullying, que dirigía a padres y chicos que presenciasen casos como el suyo. «Si ves que alguien está siendo acosado, no dudes en decirle al abusón que pare. Asegúrate de que sepa que lo que hace está mal y que no deberían acosar a otros chicos», aconseja Amanda en la presentación, donde también pide a los padres que «siempre den apoyo emocional a sus hijos».
«Quería también ayudar a los padres a que estén alerta, que enseñen a sus hijos cómo estar seguros en la red. Los chicos tienen iPads, iPhones, smartphones… la tecnología es mucho más accesible ahora, ese es el factor de riesgo», declaró Carol Todd, la madre de la joven.
La policía canadiense ya inició la búsqueda tanto del hombre que sextorsionó a Amanda y difundió la foto, como de los jóvenes que la acosaron y agredieron. El grupo hacktivista Anonymous ya ha publicado en Internet el nombre y dirección de un hombre de 32 años que según ellos es el culpable de sextorsionar a Amanda. Las autoridades han advertido contra las amenazas y posibles actos justicieros que se puedan dirigir contra esta persona. Mientras, la familia de Amanda ha pedido a la gente que colabore aportando información para denunciar a las personas que humillaron a su hija antes y después de su muerte, quienes podrían enfrentarse a cargos por acoso criminal.
No obstante, se ha dado a conocer que ya hace un año que las autoridades canadienses estaban al tanto de la difusión de la imagen de la menor, tras una denuncia que un internauta hizo llegar a una organización anti abuso infantil de aquel país. Según han informado, han recibido desde 2005 casi 700 denuncias por casos semejantes de grooming. Otros medios han denunciado que los casos de sextorsión a adolescentes que se muestran en el web de videochat/videoblogging BlogTV son frecuentes.
Este vídeo ha sido subtitulado al español por PantallasAmigas. Si no ves los subtítulos activados al comenzar el vídeo, puedes activarlos en el botón de subtítulos que aparece una vez comienza la reproducción, en la parte inferior derecha.
Según la fiscal delegada de Menores para la Comunitat Valenciana, Gema García, todos los días llegan delitos perpetrados con el teléfono móvil a su área de menores. Así lo aseguró el pasado día 7 de agosto durante un curso de verano que la Universidad Católica de Valencia celebraba en Santander. Entre este tipo de delitos se incluyen denuncias referidas a casos de sexting y grooming, explicó García .
La fiscal añadió que el acoso escolar también ha pasado a las nuevas tecnologías dando lugar al llamado ciberbullying, que puede implicar «delitos como injurias, amenazas o contra la intimidad o la integridad personal a través de las redes sociales». Por ello, considera que «no se debería permitir que los menores de 14 años dispusieran de un teléfono con conexión a Internet» para evitar que puedan ser víctimas o incluso autores de estos delitos.
Esa es la edad de responsabilidad penal y según alertó García, hay niños de 10 años que usan estos teléfonos inteligentes sin que los padres les den la «formación necesaria para el conocimiento de los límites».
La ONG británica Family Lives publicó ayer un informe sobre sexualización e hipermasculinidad de los niños. Este estudio indica entre otros aspectos que existe un preocupante auge de violaciones entre niños.
Los niños varones, según el estudio, perciben que las niñas con poca ropa merecen ser violadas, y que la violencia contra las mujeres es aceptable.
El estudio también advierte de que niñas de 11 años participan en sesiones sexuales a través de la webcam, vinculadas con el uso de las redes sociales.
Los autores del estudio achacan estos fenómenos al porno fácilmente accesible online, al sexting y a que los padres no hacen los suficiente para evitar que accedan a este tipo de contenido. Otros estudios centrados en el sexting entre menores y que analizan sus causas o motivaciones, han resaltado los posibles efectos de la actual cultura audiovisual presente en TV, en la música, etc. sobre estos fenómenos de machismo e hipersexualización, como ya hemos venido contando en este mismo web.
El pasado mes un chico de 12 años fue juzgado por violar a una niña de 9 tras estar viendo porno duro en la Red; dijo a la policía que quería «sentirse mayor».
En un caso citado en el estudio de Family Lives un padre se sorprendió al descubrir que su hija de 11 años intercambiaba imágenes y sesiones de webcam desnuda con un chico de 14, ya que nunca había percibido en ella interés por el sexo ni por los chicos. Tras revisar su actividad online vio que había estado hablando de sexo con el chico y visitando webs pornográficos.
El diario británico Daily Mail narra otro suceso en el que chicos de 14 y 15 fueron convocados por otros vía mensajería de sus blackberrys para participar en la violación grupal de una niña pequeña.
El primer ministro británico está considerando la imposición de filtros para dificultar el acceso de los menores a los contenidos pornográficos online.
El programa Espejo Público de la cadena española de TV Antena3 trató este pasado martes 28 el fenómeno del sexting. El espacio comenzó con un breve reportaje sobre esta práctica, explicando en qué consiste, algunos de sus riesgos más notorios y mencionando algunos casos de celebridades que se han visto afectadas por ellos, así como un suicidio de una adolescente que tuvo su origen en el sexting.
Recogemos algunas de las frases más destacadas del breve debate sobre el sexting que tuvo lugar en el programa:
Ofelia Tejerina: «Lo primero es la educación, educación para prevenir este tipo de comportamientos. Se está llegando a un momento en el que se están perdiendo esos valores de respecto a terceros, lo que haces con la imagen de terceras personas.»
O.T.: «Se está conviertiendo en una práctica habitual entre los jóvenes españoles. De hecho, como en el star system, entre las celebrities de EE.UU. se hace como algo muy normal y divertido, los jóvenes lo toman como tal. Ese es el ejemplo que les está llegando y les parece que no da lugar a ningún problema, cuando en realidad los riesgos son muchísimos y muy graves.»
O.T.: «En primer lugar hay que fijarse en la edad de la persona afectada. En segundo lugar, si tiene la edad suficiente para prestar el consentimiento para que le tomen la fotografía. Y, en tercero, el consentimiento para que sea difundida. Además, habrá que ver si hay engaños.»
Javier Nart: «La violación de la intimidad es un delito recogido en el Código Penal. Ahora: yo estoy harto de la permanente memez del ciudadano universal en este momento: «Todo es culpa de los demás.» ¡Memo de las narices: no te hagas fotos en pelotas! Estoy hablando no de chavales de 11, 12 años… que son los que menos lo hacen… pero a partir del sentido común —no digo de la mayoría de edad— que pueden ser los 13 años, la nenita que se pone medio en bolas sabe perfectamente que eso puede suceder. Así que ya va siendo hora de que dejemos de ser tarados mentales y tengamos responsabilidad de nuestros propios actos y después vendrá la Justicia.»
O.T.: «Hay diferencia entre lo que es el ego del adolescente y una broma pesada. Lo que buscan es reafirmarse a sí mismos, ver su imagen como quieren verla, porque las fotografías además las puedes retocar y mandar lo que tú quieres. Del sexting al acoso sexual, al grooming y al ciberbullying entre menores hay un paso, muy cortito a través de la tecnología.»
O.T.: «[Se necesita] la educación de los hijos y de los padres.»
O.T.: «En un caso muy conocido de un vídeo en Youtube con vejaciones a un chaval, el padre tardó 6 ó 7 meses en que lo retiraran, y Youtube lo hizo por propia voluntad. ¡El juzgado y la fiscalía estaban diciendo que no podían hacer nada! Eso es lo realmente extraordinario y que a mí personalmente me escandaliza. Las autoridades judiciales no están preparadas, no tienen recursos, y a veces —tengo que decirlo— ni interés, en que esos contenidos desaparezcan. No es tan difícil eliminarlo… ¡ojo! de un «escaparate» principal, porque las imágenes en Internet son absolutamente un tatuaje.»
J.N.: «Es fundamental que los menores no tengan el ordenador en su cuarto particular.»
O.T.: «Legislación sobre nuevas tecnologías hay; sobre protección al menor, muchísima; [protección] a la imagen y a la intimidad, muchísima. El problema son los recursos materiales para aplicarla. Hay un sistema rápido, que es administrativo, no judicial, —que desde mi punto de vista no es tan efectivo como el judicial, pero sí es muy rápido— que elimina imágenes a petición del afectado, y es la Agencia de Protección de Datos. Tú puedes solicitar como particular, que intenten mediar entre el administrador de un web y el particular para que se retire ese contenido. Ahora bien: es un órgano administrativo [y eso quiere decir que]: el autor se puede ir de rositas.»
J.N.: «Compara eso con la extraordinaria eficacia del poder cuando le interesa, de tapar las informaciones de Wikileaks. Ha sido rapidísimo. Yo pediría que apliquen el cuento a las mismas situaciones cuando nos afectan a nosotros, porque cuando les afectan a ellos, son ejemplares.»