Stop Grooming!

Información sobre el fenómeno del grooming de niñas y niños


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El 30% de los niños y adolescentes brasileños ha conocido personalmente a algún amigo de Internet

¿Cómo utilizan la tecnología los niños, niñas y adolescentes brasileños? ¿Cual es la influencia que tienen estos dispositivos y servicios en su comportamiento, aprendizaje y su capacidad de socialización?

Estas son cuestiones abordadas por la investigación que la Fundación Telefónica Vivo, en colaboración con el Foro Generaciones Interactivas, Ibope y la Escuela del Futuro (USP) han llevado a cabo. En el estudio se entrevistó a 18.000 niños, niñas y adolescentes de edades comprendidas entre los 6 y los 18 años. Estos menores son estudiantes de escuelas públicas y privadas, tanto de zonas urbanas como de zonas rurales de cinco regiones del país. «Con esta muestra, creemos tener una imagen bastante representativa de la generación futura, quienes ya están utilizando tecnologías punteras», dijo Antonio Carlos Valente, presidente del Grupo Telefónica en Brasil.

En su opinión, además de ser un instrumento de mejora, la investigación tiene la función de proporcionar subvenciones para el desarrollo de acciones relacionadas con la innovación educativa: «Cuanto más conocemos a los niños y jóvenes que han nacido conectados, los llamados nativos digitales, podremos hacer mejores planes de aprendizaje y promover el uso responsable de las pantallas digitales».

Algunas de las Estadísticas del estudio

  • Brasil cuenta con un 45% de hogares con computador, y hasta un 38% de hogares conectados a Internet. El grado de penetración de las nuevas tecnologías es mayor en el sur que en el norte. En zonas rurales, hasta un 90% de los hogares no cuentan con conexión a Internet.
  • Para qué usan Internet: las actividades más practicadas por los internautas brasileños son, por orden descendiente de importancia:
    1. Comunicación (91%)
    2. Búsqueda de información (86%),
    3. Ocio (85%),
    4. Educación (67%),
    5. Consultas de precios de productos y / o servicios (59%),
    6. E-government (31%),
    7. Servicios financieros (24%),
    8. Y la divulgación o venta de cualquier producto y / o servicio a través de Internet (7%)
  • En el ámbito de las actividades de comunicación, las más comunes son:
    1. Enviar y recibir correo electrónico (78%),
    2. Enviar mensajes instantáneos (72%),
    3. Participar en redes sociales como Facebook, Orkut y Linkedin (69%),
    4. El chat de voz a través de programas como Skype (23%),
    5. Usar microblogs como Twitter (22%),
    6. Creación o actualización de sitios como blogs (15%),
    7. Unirse a las listas de correo o foros (14%).
  • Teléfonos celulares:
    • Penetración de los teléfonos móviles: en 2011, esta proporción alcanzó el 87%, siendo la penetración más importante en las zonas urbanas (91%) que en las rurales (69%)
    • Un 66,9% de los niños usa el teléfono para jugar frente a un 56,1% y un 23,4 que lo utiliza para hablar y para publicar. Tan solo lo utiliza para navegar un 11,1%.
    • Los adolescentes sin embargo utilizan el teléfono un 89,5% para hablar, un 60,8% para enviar mensajes y un 49,2% para jugar.
    • El 28,4% de los padres compraron un teléfono móvil a sus hijos cuando éstos lo pidieron.
    • Un 16,4% de los niños y un 15,4% de las niñas tuvieron su primer teléfono a los 8 años o menos. Un 70,4% de los niños y el 73,7% de las niñas llegaron a tenerlo con 12 o menos.
  • Videojuegos
    • En la industria del entretenimiento, la industria de los juegos es el de más rápido crecimiento en Brasil desde mediados de la década pasada, siguiendo una tendencia mundial similar. A finales de 2011 se estimaba que había 35 millones de usuarios de videojuegos en Brasil, lo que equivale al 75,1% de la población activa en Internet (de 10 a 65 años). Los usuarios de los videojuegos en Brasil juegan 10,7 horas semanales, casi equivalente al doble del tiempo que pasan viendo televisión: 5.5 horas a la semana.
    • Juegan 19,2 millones de hombres- o el 83% de la población activa masculina en la Internet – y 15,8 millones de mujeres – o el 69% de la población activa femenina en la red. La comunidad de jugadores está compuesta por jugadores de todo el mundo que juegan tanto en consolas de videojuegos como en ordenadores.
    • Un 59,5% de los adolescentes juega online; un 70,6% de los chicos frente a un 49,9% de las chicas.
    • En su mayoría, los hombres juegan a juegos de carreras de coches (un 36,9%) seguido por algunos juegos de deportes (fútbol) 32,1%. Las mujeres juegan a videojuegos sociales en comunidades virtuales como The Sims (17,3%).
    • Es de destacar que la gran mayoría de los jóvenes que utilizan las consolas en Brasil lo hacen con una generación de consolas anterior (Wii, Playstation 2, Gameboy …) y por lo tanto están participando menos en el juego online.
    • Tanto hombres como mujeres acostumbran a jugar solos (42 y 37%, respectivamente), pero un 37,6% reconoce que es más divertido jugar acompañado.
    • Durante el fin de semana, un 28,1% de los chicos juega más de dos horas.
    • Un 43,4% tiene un juego pirata y un 31,3% los descarga de Internet.
    • El 61% de los padres deja que los adolescentes jueguen a cualquier juego.
  • Ubicación del ordenador: el 37,6% de los niños y niñas lo tienen en su habitación, y el 23,3% en el salón. Entre los adolescentes, el 39,3% lo tiene en su habitación y el 25,5% en el salón.
  • Tener un antivirus es común entre el 77,5% de los adolescentes (80% las mujeres, y 75% los hombres).
  • Tan solo un 11,2% de los niños utiliza Internet para enviar y recibir correos electrónicos. Sin embargo, el correo electrónico es el servicio más utilizado por los adolescentes (55%).
  • Un 31,8% de los adolescentes utilizan Internet por más de dos horas
  • 58,6% de los niños usa Internet sin compañía. Sólo alrededor del 20% lo utiliza con su madre o con su padre. Los adolescentes navegan solos normalmente (76,5%)
  • 69,6% busca contenidos musicales y 61,3% videojuegos.
  • 82,2% de los adolescentes utiliza las redes sociales, y al igual que en otras regiones, lo utilizan más las mujeres que los hombres.
  • Orkut sigue siendo el rey de las redes sociales con un 93,5% de uso, frente al 28,4% de Facebook.
  • Un 51,1% de los adolescentes reconoce usar la cámara web de vez en cuando a la hora de chatear.
  • Ciberadicción:
    • Un 35% sufre ansiedad y se irrita cuando no puede navegar.
    • El 74,6% de las discusiones relacionadas con Internet que tienen con los padres suele ser debido al excesivo tiempo que los adolescentes están conectados.
    • Nomofobia: un 29,1% reconoce que lo pasaría mal si no tuviera acceso al móvil por dos semanas
    • Un 57% de los adolescentes desconecta el móvil en clase, y un 20% al dormir. Hay un 35% que nunca lo desconecta.
    • Un 47,2% suele recibir mensajes por la noche cuando duermen y esto pueden alterar su descanso.
  • Entre Internet y el móvil, los adolescentes prefieren Internet (61% varones y 56% mujeres)
  • Grooming:
    • Un 30% llegó a conocer personalmente a amigos conocidos a través de internet.
    • A un 9,5% le parece divertido charlar con extraños en Internet
    • Un 5,2% recibió mensajes obscenos o de personas desconocidas
  • Cyberbullying: Un 12,7% utiliza el móvil para enviar mensajes, fotos o vídeos ofensivos contra alguien.
  • Privacidad: Los padres de los niños, niñas y adolescentes encuestados suelen prohibir o aconsejar que no se dé información personal (52,0%) o que no se hagan compras online (50,6%).

Fuente: Estudio «Brasil Generaciones Interactivas: Los niños, niñas y adolescentes frente a las pantallas» (PDF) y la Fundación Telefónica Vivo.


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En vez de prohibir en Internet, se ha de inculcar el criterio en el menor

¿Se puede evitar que los menores que sean víctimas del cíber grooming? Según Alejandro Spiegel, autor del libro «Nuevas tecnologías. Saberes, amores y violencias. Construcción de identidades dentro y fuera de la escuela», es más eficaz inculcar un criterio en el menor para que tome decisiones correctas cuando navega que sobreprotegerle o comunicarse con él mediante prohibiciones.

   —El gobierno británico pretende endurecer los controles sobre internet y videojuegos para proteger a los menores de contenidos violentos o sexuales. Es más, publica medidas del tipo: «No deje que su hijo se comunique con gente que desconozca, no instale webcam (cámaras) y si lo hace procure restringir su uso mediante una clave, adviértale que no envíe fotos» ¿Qué opina de estas medidas?

   —Creo definitivamente que a los chicos hay que darles herramientas, algunas obvias y de sentido común como estas, en función de la autonomía. Y la autonomía es a lo individual lo que la soberanía es a lo nacional; es la oportunidad de tomar decisiones, de darse límites sin influencias ni determinaciones superestructurales. Pero para ser autónomo hay que tener criterio, y eso se forma. La idea de prohibir o controlar demasiado no sólo no ayuda a la autonomía, sino que es imposible. Y creo que detrás de iniciativas como la británica subyace una intención de control panóptico, un Gran Hermano donde se vea todo lo que los chicos hacen.

   —Y esto es tan ilusorio en internet como por fuera de ella

   —Claro que es ilusorio, y hay un tema importante para problematizar. Internet es un escenario prácticamente nuevo de interacción social donde la gente se relaciona. Aún no se puede definir si es un espacio público o privado, por eso tampoco se puede normatizar desde lo legal, comenzó como un espacio libertario y ahora esta comercializado, cambió todo, hay que repensarlo continuamente. Y en el caso de los chicos, hay adultos que les dicen que internet no es real, sino virtual; pero para un internauta que está mucho tiempo navegando, la realidad son las dos cosas. Una en todo caso es territorial y otra es digital, o sea, es una realidad compuesta. El tema es qué hacer para que los chicos se manejen en esa realidad digital.

   —¿Y qué hacer?

   —Hay que pensar estrategias desde la familia y desde la escuela que tengan en cuenta el despliegue de las experiencias de los chicos. En la realidad territorial la cosa es complicada, pero si uno no les da dinero para salir, por ejemplo, no irán muy lejos. Pero en internet la cosa va por otro lado, porque ellos pueden ir a cualquier lado. Por eso hay que trabajar la construcción de confianza con los chicos, no me refiero al consejo con moraleja, sino a crear espacios para que cuenten lo que les pasa o donde se miren al espejo.

   —Ese pensamiento, ¿desdibuja lo íntimo de lo público, como cuando se cuelga una foto en un fotolog?

   —Los chicos cuentan su intimidad con imágenes, es cierto, son nuevas formas de construcción de la comunicación, pero no todas son necesariamente malas. También mucha gente se ha conocido y bien gracias a internet o se lograron causas muy válidas socialmente. Por eso vuelvo a la idea de trabajar la confianza y esto requiere de un tiempo mucho más prolongado que el de ese click que mencionaba antes. Hay que bancarse ansiedades y angustias para lograr que un chico confíe en uno. Esto pasa en torno a internet y por fuera de ella, esto hay que trabajarlo, reitero, en la familia y en la escuela. Hay que crear espacios para que los chicos digan lo que les pasa. A veces dicen cosas inapropiadas para el entorno y se los calla o sanciona, y eso va contra la confianza. Siempre recuerdo una anécdota que viví con mi abuelo cuando era adolescente. «¿Qué te pasa?» me dijo. Le contesté que tenía problemas y se rió: «¿A tu edad?», me dijo. Y esto no es muy eficaz para la comunicación y la confianza. Los chicos deben poner sus palabras en algún lugar. Se dice que ahora con los celulares y la computadora hay menos letras y palabras. ¿Entonces? Trabajemos por las palabras, porque cuanto más palabras hay, más pensamiento hay. Si el chico sólo tiene para decir que la amiga, la comida o la música «están buenas», podrá representar con imágenes; pero si no puede expresar «delicioso», «hermoso»…se nos cae a pedazos una parte importante del pensamiento y la comunicación, y esto no se reconstruye con ninguna norma de seguridad.

Fuente: lacapital.com.ar