Un adolescente de 19 años ha sido condenado a dos años de internamiento en un centro juvenil por haberse filmado manteniendo relaciones sexuales con una chica de 12 años que había conocido en Facebook cuando él tenía 18. Tras intercambiar mensajes por medio de esta red social el chico invitó a la niña a visitarlo en su casa en una ausencia de sus padres.
En el encuentro la joven accedió a desnudarse y él la grabó con su teléfono móvil practicando sexo con él. En el juicio quedó demostrado que él conocía la edad de la menor (que por cierto está por debajo de la mínima permitida para estar en Facebook) y que había elementos propios de un proceso de grooming en el modo en que él la sedujo.
La madre de la chica lo descubrió al hallar mensajes sexuales en su teléfono. La policía encontró en el ordenador y el teléfono móvil del chico los mensajes que se habían estado enviando, 168 fotografías enviadas por ella y la filmación de sus relaciones sexuales.
Mentir sobre la edad en las redes sociales implica riesgos para los adolescentes
PantallasAmigas hace un llamamiento para que responsables de redes sociales, familias y educadores tomen conciencia y actúen al respecto. Figurar con una edad superior a la real puede poner en situaciones delicadas tanto a quien lo hace como a terceras personas. La edad de consentimiento sexual y las expectativas de relación por parte de personas mucho mayores son dos puntos críticos.
Las redes sociales online en España son gestionadas por empresas que establecen condiciones de alta, como contar con una edad mínima, a quienes desean utilizarlas. En el caso de Tuenti, la red social preferida por nuestros adolescentes, se exigen los 14 años cumplidos. Facebook modificó en 2010 su edad mínima de 13 a 14 años para los usuarios españoles, tras ser requerido por el director de la Agencia de Protección de Datos. Sin embargo es un hecho constatado y, en buena medida, socialmente admitido, que los adolescentes acceden a las redes sociales con una edad menor. Para hacerlo, a una niña de 12 años le bastará con decir en el formulario de alta de Tuenti que tiene 14.
A la empresa no se le puede exigir responsabilidad legal por ello. No obstante, la compañía es sensible a este problema y dedica un equipo de profesionales a identificar y expulsar de su servicio a las personas que identifican como menores de 14 años. Es un compromiso empresarial tan loable como insuficiente. En efecto, los estudios confirman lo que PantallasAmigas observa a diario en las aulas: se incrementa el número de menores de 14 años que usan Tuenti, cada vez lo hacen a edades más tempranas y, probablemente, durante más tiempo. Datos recientes apuntan a que 1 de cada 5 niños españoles entre 9 y 12 años usa Tuenti: esto quiere decir que dicen tener 14 años o más en su vida digital.
Jorge Flores , director de PantallasAmigas, llama la atención ante una situación agravante. «Venimos constatando una realidad no recogida aún en los estudios: cuando un adolescente figura en Tuenti con una edad superior a la suya, rara vez la corrige. Esto es, si con 11 años dijo que tenía 14 para poder entrar en Tuenti, tres años más tarde, cuando cumpla 14, figurará que tiene 17, pero no cambiará su edad a la real aunque ya no le sea necesario mentir para poder estar en la red social».
¿Cuáles son los riesgos?
Jorge Flores señala dos situaciones que pueden ser delicadas a raíz de esto. La primera tiene que ver con la edad de consentimiento sexual, establecida en España en los 13. «Quien en la red social dice tener 14 años está manifestándose con capacidad legal para el consentimiento sexual y esto puede suponer que terceros hagan uso de esa información. De esta suerte, podemos encontrarnos con un adolescente de 16 años realizando solicitudes sexuales a una niña que en realidad tiene 11 años. Con independencia de la culpabilidad o intencionalidad del solicitante y del desenlace concreto, la menor puede sufrir daño».
La segunda situación de riesgo está relacionada con las expectativas en la relación que pueden establecerse frente a edades irreales o el efecto de atracción que éstas puedan tener. «Por ejemplo, una niña que se dio de alta con 11 años diciendo que tenía 14, cuando llega a los 14 figura con 17, y es entonces cuando puede ser pretendida por jóvenes de 18 o 19 años. Son edades delicadas, y aunque cada persona es un caso, grandes diferencias de edad en el seno de parejas no suele ser lo más deseable a estas edades»., afirma el director de PantallasAmigas.
¿Por qué no ponen su verdadera edad al cumplir los 14?
Según Jorge Flores, tres son las posibles razones por las que muchos adolescentes no revisan su edad una vez cumplidos los 14 años requeridos para estar en las comunidades virtuales:
piensan que otras personas en la red social pueden sentirse defraudadas por haber sido engañadas respecto a la edad real o bien por ser ésta menor;
por descuido o desatención, por un lado, ya que juega un papel importante el no ser conscientes de las implicaciones negativas que puede acarrear mantener esta mentira y, por otro, también sucede que consideran suficiente que sus verdaderos amigos ya conozcan su edad real;
porque no tienen claro que la red social les vaya a sancionar al evidenciar que hubo engaño durante uno cierto tiempo.
Así pues, empresas responsables de redes sociales, padres y madres, educadores y organizaciones de protección de los derechos de la infancia tenemos una nueva responsabilidad: trabajar para crear las condiciones para que las personas adolescentes mejoren su vida digital.
¿Qué hacer para corregir esta situación? Responsabilidad social
Desde PantallasAmigas entienden que han de ponerse en marcha tres tipos de actuaciones para disminuir estos retos:
las empresas propietarias de las redes sociales podrían hacer saber a sus usuarios mayores de 14 años que no sancionarán a quienes corrijan su edad;
padres y madres deben visualizar esta situación de mayor edad declarada para obrar conforme a su criterio en las labores de educación y supervisión;
las organizaciones que trabajan en la defensa de los menores y por el uso seguro de la red en la infancia y la adolescencia debemos estimular la reflexión entre los y las adolescentes.
La edad de consentimiento en España está fijada en los 13 años. Superada ésta, la oferta sexual a un menor no es delito aunque medie un intercambio de dinero. En la red aumentan los casos de depredadores que ofrecen a menores recargas de móvil a cambio de imágenes.
El caso de Martah y Linda17 sucedió en una de las múltiples comunidades que se reparten por la Red. Después de entablar conversaciones con otros jóvenes sobre música y televisión, ambas menores recibieron la misma oferta de un desconocido: 20 euros de recarga en el móvil a cambio de desnudarse ante la cámara del ordenador. Ambas rechazaron la propuesta, abandonaron la sala y se debaten ahora sobre si llevar o no su caso a los tribunales.
Fuentes de la Brigada de Delitos Informáticos no ven delito en este ofrecimiento, dado que la edad de consentimiento sexual en España se sitúa en los 13 años. «Sí lo habría si las chicas aceptasen, alguien grabase la escena y luego las imágenes se utilizasen para extorsionar a las jóvenes». Ese fenómeno, el grooming no es nuevo para este cuerpo especializado de la Policía. Se trata de episodios de acoso, amenazas y coacciones por parte de «personas que acceden a la red, encuentran cibersexo y luego utilizan las imágenes para extorsionar». La policía asegura que son perfiles fáciles de perseguir porque operan desde sus propios ordenadores.
Los agentes han descubierto en las mismas comunidades virtuales estafas en el sentido opuesto. Mayores que se camuflan bajo nicks de adolescentes para ofertar sexo a cambio de llamadas de teléfono por las que un puñado de empresas facturan luego cantidades millonarias.