En un caso similar a otros que se han venido conociendo en los últimos años la Guardia Civil ha detenido en Hospitalet de Llobregat (Barcelona) a una persona que se hacía pasar por dueño de dos agencias de modelos para conseguir fotografías de mujeres desnudas a través de Internet.
Al parecer habría engañado a más de 400 mujeres, muchas de ellas menores de edad. La investigación comenzó a partir de la denuncia de una de las víctimas, menor de edad, por medio del web de la Guardia Civil.
El detenido había creado perfiles falsos en la red social Facebook para dar credibilidad a las supuestas empresas y desde ahí ofrecer a las jóvenes participar en un cásting online para incluirlas posteriormente en el book de la agencia. En dicho casting, realizado por medio de la webcam, el individuo les pedía que posasen cada vez con menos ropa con la excusa de comprobar si sus cuerpos se ajustaban a lo que buscaba la agencia, hasta que acababan desnudándose.
Cuando el depredador había conseguido las imágenes de las víctimas sin ropa, daba un paso más y las obligaba a realizar actos obscenos ante la cámara bajo la amenaza de difundir las imágenes ya obtenidas entre los contactos de su entorno familiar y social, proceso conocido como sextorsión.
Se sospecha que además de fingir esta identidad online con varios perfiles y cuentas de correo falsos, podría haber utilizado también como cebo anuncios en distintos soportes solicitando mujeres jóvenes como chicas de acompañamiento.
PantallasAmigas alerta del incremento de problemas relacionados con nuevas formas de violencia sexual en el entorno digital como la sextorsión y el acoso sexual por Internet. Estos delitos afectan a adolescentes, pero también encuentran víctimas entre las mujeres adultas.
Con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, que se celebra el 25 de noviembre, PantallasAmigas ha puesto en marcha la página web http://www.ViolenciaSexualDigital.info, que ofrece consejos para evitar la creciente amenaza de violencia sexual generada en el entorno digital tanto a adolescentes como a mujeres adultas.
El acoso sexual online a menores suele adoptar una estrategia de grooming, consistente en un acercamiento previo para ganarse con engaños la confianza de la víctima para luego, desde la cercanía, ejecutar la agresión o el chantaje. La sextorsión se manifiesta por lo general mediante un chantaje basado en la posesión por parte del agresor de imágenes íntimas de su víctima que amenaza con hacer públicas. En ocasiones, ambos fenómenos van unidos cuando quien realiza la sextorsión consiguió las imágenes mediante una estrategia de grooming.
Según comenta Jorge Flores, Director y Fundador de PantallasAmigas “desde que iniciamos nuestro trabajo en 2004 venimos observando que, ante los retos que plantea el uso de Internet, las víctimas son, con frecuencia, mujeres. En los últimos tiempos es alarmante el avance de problemas como acoso sexual y la sextorsión que vienen sufriendo las adolescentes”.
La violencia contra las mujeres, cada vez más digital y adolescente
“Aunque no existen aún suficientes estudios ni datos concretos al respecto, es un hecho constatado día a día, tanto por nuestra organización como por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que este tipo de delitos aumenta con rapidez”, dice Flores.
Si se tiene en cuenta que sí es un hecho acreditado que la violencia de género afecta cada vez a mujeres más jóvenes y adolescentes y que ciertas características de la Red (presunción de anonimato e impunidad, facilidad, inmediatez…) propician situaciones de acoso diversas, la conclusión parece obvia: la violencia sexual contra adolescentes seguirá aumentando en el entorno digital.
25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género
La violencia contra las mujeres adopta en muchas ocasiones la forma de violencia sexual que, a su vez, puede manifestarse en forma de acoso, agresiones o abusos. “Dado el incremento de la violencia sexual digital sufrida por adolescentes, creemos necesario realizar una aportación específica en un día tan señalado como el 25 N”, comenta Jorge Flores. Con esa finalidad, han puesto a disposición de la sociedad la versión inicial de un web que pretende aportar recursos e informaciones para la lucha contra este grave problema: http://www.ViolenciaSexualDigital.info. De esta manera también se aprovechan las oportunidades que Internet ofrece para la prevención y la asistencia a las personas afectadas.
Consejos preventivos básicos
Según PantallasAmigas, se pueden dar tres recomendaciones básicas para evitar ser víctima de violencia sexual digital:
No mostrar, grabar, enviar o almacenar imágenes íntimas en ningún caso, suelen ser la clave del chantaje.
Mantener el ordenador y el smarthphone libres de software malicioso para evitar el robo de claves personales, ficheros o informaciones comprometedoras.
Fiscalías y expertos en seguridad online han detectado que el chantaje a usuarios de Internet a partir de fotos de tipo sexual comienza a aumentar de manera alarmante como ya sucediera previamente en EE. UU.
A mediados de 2010 los medios de comunicación estadounidenses comenzaban a hacerse eco de un aviso lanzado por fiscales, expertos en seguridad en Internet y diversas agencias policiales: se había detectado un auge importante en el número de casos de un nuevo delito online que denominaban «sextorsión». Un año después PantallasAmigas, iniciativa española para el uso seguro de Internet, ha constatado que este problema ha llegado a los países de habla hispana tal y como habían avisado en setiembre del pasado año.
En los últimos meses los expertos de esta entidad han observado un aumento de tipo exponencial en las denuncias que reciben desde España y otros países iberoamericanos relacionadas con este delito, que típicamente afecta a usuarios que han compartido imágenes suyas desnudos (fenómeno conocido como «sexting») y que se ven extorsionadas por personas —por lo general desconocidas— que amenazan con hacer públicas dichas fotos o vídeos o con enviárselas a los contactos de la víctima: familiares, parejas, amigos, jefes… «Solamente en el pasado mes de agosto nos han llegado por nuestros diversos canales de denuncia en Internet, siete casos de este tipo, lo que supone más de la mitad de los casos recibidos durante todo 2010», ha declarado Jorge Flores, director de PantallasAmigas. Fiscalías españolas han comenzado a lanzar también la voz de alarma durante los pasados meses: «No tenemos datos estadísticos todavía y no hay una denuncia en masa de casos de este tipo —entre otros motivos porque la víctima se siente avergonzada por lo sucedido— pero es un delito que relaciona menor y nuevas tecnologías que estamos empezando a registrar», afirmó el pasado mes de mayo Gema García, fiscal delegada de Menores de Valencia. Según informó García la edad a la que se empieza a ser vulnerable a este delito es la pubertad, cuando los menores se inician en las relaciones sexuales; la mayoría de las víctimas son chicas, añadió.
Pese a no existir registros específicos sobre este tipo de delitos, entidades como PantallasAmigas realizan un seguimiento de estos nuevos riesgos tecnológicos desde su aparición en otros países para mejorar la prevención y la alerta temprana en nuestra sociedad. Así, PantallasAmigas lanzó una primera llamada de atención en los medios, ocho meses antes que la fiscalía valenciana, al tiempo que publicaba un artículo bajo el título de «Sextorsión, prácticas arriesgadas y fallos de seguridad al servicio del delito» donde presentaba al ámbito internauta hispanohablante este nuevo problema. También entonces decidió poner en marcha un sitio web específico en Sextorsion.es con explicaciones sobre el problema, cómo surge, cómo evitarlo y donde se narran casos reales, como el de un chico que se desnudó en una conversación por webcam con quien creía ser una chica, y al que exigieron enviar dinero a una cuenta en Filipinas a cambio de no publicar en Youtube una captura de dicha sesión de cibersexo. «Muchos casos siguen un patrón similar: jóvenes o adolescentes que envían fotos o vídeos suyos a alguien que acaban de conocer en Internet, sin pensar en las consecuencias. Luego los acaban chantajeando para enviar más y más pornografía, o bien los extorsionan económicamente», explica Flores. Y añade que las consecuencias no son sólo económicas o legales sino que la angustia psicológica lleva a algunas de las víctimas al borde del suicidio. Para este experto en prevención de riesgos para los menores en Internet «es un tema muy grave, y la sociedad debe conocerlo para evitarlo, sobre todo en los casos que afectan a menores de edad, por lo general más susceptibles de ser manipulados, tanto para producir las imágenes que permiten la extorsión como para ceder a las exigencias de los sextorsionadores». Según un estudio publicado por INTECO en 2010 el 8% de los menores españoles recibe de fotos o vídeos de chicos/as de su entorno en posturas provocativas o inapropiadas, niveles de sexting que coinciden con los detectados por otras fuentes como Denuncia-online.org u organizaciones mexicanas y que aún están lejos del 19% o del 34% que mostraron diversas encuestas realizadas ya en 2009 en los EE. UU. entre adolescentes y jóvenes universitarios.
Pero no siempre las víctimas producen conscientemente las imágenes que las ponen en manos de los chantajistas. Recientemente en los EE. UU. fue condenado a seis años de prisión Luis Mijangos, un mexicano que había infectado con software malicioso los ordenadores de más de cien mujeres (muchas de ellas adolescentes) de tal manera que capturaba imágenes por medio de sus webcams sin que ellas lo supieran, para después exigirles a cambio de no difundirlas, más fotos y vídeos de tipo erótico.
El objetivo del sextorsionador no es en todos los casos obtener más pornografía producida por la víctima: también es habitual que exijan un pago en dinero, o que pretendan forzar sexualmente a su víctima. En 2010 un chico de 18 de Winconsin (EE. UU.) fue condenado a 15 años de prisión por exigir relaciones sexuales a compañeros del instituto de quienes había obtenido fotos comprometedoras fingiendo ser una chica en Facebook. En Sextorsion.es advierten de que la sextorsión «tiene gran relación con el grooming en el sentido de que las personas que camelan a menores ganándose su confianza online para obtener imágenes comprometidas de ellos, buscan realizar un chantaje posteriormente con dichas imágenes, que puede tener como objeto una escalada en la producción de dicho material pornográfico o incluso cometer un abuso sexual físico». Para Jorge Flores los consejos fundamentales para no ser víctimas de una sextorsión son «no protagonizar imágenes comprometedoras y proteger nuestra privacidad y la de nuestros contactos mediante medidas activas y pasivas de seguridad en nuestro ordenador y teléfono móvil». Se evitaría así, en su opinión, que se diese alguna de las dos condiciones necesarias: que la imagen sea tomada y que la imagen llegue a manos criminales.
El acoso sexual de menores en la Red no es algo frecuente. Sin embargo, es perfectamente factible y las consecuencias pueden ser devastadoras. Una vez iniciado el daño es irreparable. Por fortuna, es sencillo de evitar e incluso de contener en los primeros momentos.
Condición necesaria para el acecho sexual en la Red
Todo caso de acecho sexual se hace posible porque el acosador dispone de un elemento de fuerza sobre la víctima que pone a ésta en el compromiso de atender las demandas del depredador. Este elemento puede ser de muy diversa naturaleza, si bien el más común es la posesión de alguna imagen íntima que el chantajista amenaza con hacer pública en caso de que no sean satisfechas sus peticiones de índole sexual. Estas solicitudes suelen consistir en el envío de imágenes eróticas por la webcam pero, si hay proximidad, puede llegar a solicitarse un encuentro personal con el grave riesgo que ello implica. En ocasiones, este elemento de fuerza no existe y es la pericia del acosador la que lo crea de manera ficticia y hace creer a su víctima en su existencia. Tanto adolescentes como personas adultas pueden ser víctimas de este tipo de chantaje, sin embargo existe mayor vulnerabilidad en los menores que se ven incapaces de gestionar esta complicada situación, lo que les sitúa a merced del acosador.
Conceptos: acoso sexual de menores online e Internet Grooming
El grooming es una forma en que se manifiesta el acoso sexual en la Red hacia los menores, pero no la única. Se puede hablar de grooming cuando se produce un acecho sexual donde previamente ha habido una estrategia de acercamiento, de engatusamiento, con el fin de ganarse la confianza del menor por parte del depredador sexual para así obtener ese elemento de fuerza con el que iniciar el chantaje. Sin embargo, en muchos casos el acecho sexual no se produce de esta manera, no hay una fase previa. Ocurre, por ejemplo, cuando el depredador accede a informaciones o imágenes de su víctima usando la fuerza (robo de contraseñas, por ejemplo) o valiéndose de terceras personas o medios alternativos. Aunque en este caso el enjuiciamiento no sería el mismo por la diferente naturaleza de las acciones previas, a efectos de la víctima nos sitúa prácticamente en el mismo lugar.
Hay que destacar el papel que tiene la webcam tanto para la obtención del elemento de fuerza como para la realización de concesiones al depredador por lo que debe ser considerada un componente crítico en estos casos y, por lo tanto, una condición necesaria.
Tres fases y diez claves para luchar contra el acoso sexual en la Red
Prevención: evitar la obtención del elemento de fuerza por parte del depredador.
Si se evita que el depredador obtenga el elemento de fuerza con el que iniciar el chantaje, el acoso es inviable. Para ello es recomendable:
No proporcionar imágenes o informaciones comprometedoras (elemento de fuerza) a nadie ni situar las mismas accesibles a terceros. Se ha de pensar que algo sin importancia en un determinado ámbito o momento puede cobrarla en otro contexto.
Evitar el robo de ese elemento de fuerza para lo cual se debe preservar la seguridad del equipo informático y la confidencialidad de las contraseñas.
Mantener una actitud proactiva respecto a la privacidad lo que implica prestar atención permanente a este aspecto y, en especial, al manejo que las demás personas hacen de las imágenes e informaciones propias.
Afrontamiento: tomar conciencia de la realidad y magnitud de la situación.
Cuando se comienzan a recibir amenazas e intimidaciones es importante:
No ceder al chantaje en ningún caso puesto que ello supone aumentar la posición de fuerza del chantajista dotándole de un mayor número de elementos como pueden ser nuevas imágenes o vídeos eróticos o pornográficos.
Pedir ayuda. Se trata de una situación nueva y delicada que conlleva gran estrés emocional. Contar con el apoyo de una persona adulta de confianza es fundamental. Aportará serenidad y una perspectiva distinta.
Evaluar la certeza de la posesión por parte del depredador de los elementos con los que se formula la amenaza y las posibilidades reales de que ésta se lleve a término así como las consecuencias para las partes. Mantener la cabeza fría es tan difícil como importante.
Limitar la capacidad de acción del acosador. Puede que haya conseguido acceso al equipo o posea las claves personales. En previsión de ello:
Realizar una revisión total para evitar el malware del equipo y cambiar luego las claves de acceso.
Revisar y reducir las listas de contactos así como la configuración de las opciones de privacidad de las redes sociales.
En ocasiones, puede ser acertado cambiar de perfil o incluso de ámbito de relación en la Red (bien sea una red social, un juego online multijugador…).
Intervención
Las situaciones de acecho sexual rara vez terminan por sí mismas, siendo habitual la reincidencia en el acoso incluso en momentos muy distantes en el tiempo. Es preciso no bajar la guardia y llegar hasta el final para lo cual es conveniente:
Analizar en qué ilegalidades ha incurrido el acosador y cuáles pueden ser probadas. Puede ser inviable probar que el depredador dispone de ciertas imágenes o informaciones o que las ha hecho públicas. También puede ocurrir que no se pueda demostrar que esas imágenes fueron obtenidas por la fuerza o mediante engaño o incluso que se han recibido amenazas. Por todo ello conviene saber en qué ilícitos ha incurrido o incurre el depredador porque ello habilita la vía legal.
Buscar y recopilar las pruebas de la actividad delictiva: capturas de pantalla, conversaciones, mensajes… todo aquello que pueda demostrar las acciones del depredador o dar pistas sobre su paradero o modo de actuar será de gran utilidad tanto a efectos de investigación como probatorios. Se debe tener presente no vulnerar la Ley en este recorrido.
Cada caso es diferente y la manera de abordarlo también. En determinadas circunstancias, incluso puede ser recomendable seguir la corriente del acosador para tratar de identificarle. En otras, la denuncia inmediata a la policía es la opción más razonable. No obstante, las anteriores son orientaciones que pueden funcionar bien en la mayoría de los casos y mientras la policía ofrece su asistencia.
Historias de menores de edad que chatean con desconocidos sin intuir el peligro de que tras la nueva ciberamistad se esconda un pederasta se producen a diario en todo el mundo. Los expertos coinciden: el grooming está surgiendo con fuerza en los últimos años. Se trata del «conjunto de estrategias que una persona adulta desarrolla para ganarse la confianza del menor a través de Internet con el fin de obtener concesiones de índole sexual», aclara a ELMUNDO.es Jorge Flores , director de la iniciativa PantallasAmigas.
Se calcula que sólo se denuncia un 1% de los casos. Recientemente, el fiscal de delitos tecnológicos de la Fiscalía de Barcelona, Roberto Álvarez, afirmaba que se han disparado los casos, algo que probablemente esté relacionado con el creciente número de usuarios.
«Cada vez más chavales se están incorporando con más intensidad a las nuevas tecnologías y esto es un coladero para los pederastas que desafortunadamente existen», apostilla. Hasta el 15% de los menores internautas entre 10 y 17 años recibe alguna propuesta sexual online.
Por eso, los padres deben enseñar a sus hijos dos cosas fundamentales que pueden poner freno a un acosador del ciberespacio: saber decir que no y que pidan ayuda antes de que sea demasiado tarde. Según el director de PantallasAmigas:
«Las mismas pautas que guían en el día a día fuera de la Red son las que sirven cuando se está delante de un ordenador. Concienciar a los menores de la importancia de seguir ciertas normas de privacidad y que aprendan a tomar decisiones es básico. Y, sobre todo, que se lo cuenten a sus progenitores para que puedan denunciarlo. Es importante que sepan que no les van a regañar ni a prohibir el uso de Internet»
Algunos casos de grooming trascienden el ámbito privado y saltan a los medios por sus dramáticas consecuencias, como el de la menor de 16 años de Chiclana (Cádiz) que fue violada por un adulto que había contactado con ella a través de la red social Tuenti.
Siguiendo el modus operandi típico del grooming, el violador fue granjeándose poco a poco la confianza de la víctima, haciéndose pasar por un adolescente. Posteriormente empezó a acosar a la joven hasta coaccionarla y obligarla a quedar con él, amenazándola con extender por la Red las imágenes que había conseguido de ella con engaños. Finalmente, la víctima acudió al encuentro en Conil de la Frontera, donde se produjo la agresión sexual.
Del acercamiento con mentiras (los pederastas tratan de conctactar con las víctimas utilizando identidades falsas o mintiendo en la edad) a la fingida amistad. A partir de ahí se logran imágenes comprometedoras y se cae en una espiral que a los adolescentes les cuesta detener.
Jorge Flores proporciona un ejemplo de estos chantajes que tienen lugar una vez que el groomer se hace con alguna foto delicada y datos personales que ayudan en el chantaje:
«La chica de 16 años de Santurce a la que un joven de 27 de Bilbao le robó las claves de Messenger, por lo que pudo meterse y acceder a sus ‘secretos’, a información delicada. Tenía a su disposición la lista de contactos de la joven y la amenazaba con difundir sus correos privados a sus amistades. Así fue como pasó a pedirle una foto y se inició el chantaje… Finalmente, quedaron. La chica se asustó lo suficiente como para pedir ayuda a sus padres, que avisaron a la Policía y que acudió a la cita entre los dos jóvenes lo que permitió la detención del acosador».
Una encuesta de EU Kids Online —financiada por la Comisión Europea—, revela que el 9% de los niños y niñas europeos de entre 11 y 16 años ha sido víctima de una mala utilización de sus datos personales online.
El trabajo revela, además, que el 8% de los niños ha conocido en la vida real a alguno de sus contactos online durante el último año.
Las redes sociales online son una puerta de entrada frecuente de estos acosadores. Les resultan especialmente interesante porque en ellas con frencuencia se exhibe abiertamente una gran cantidad de información de sus potenciales víctimas.
Consejos para evitar el grooming
Para reducir el riesgo de grooming sobre los menores, los expertos aconsejan:
Evitar la instalación de cámaras web (webcam) o restringir su uso mediante algún programa o mediante claves o controles parentales.
Colocar el ordenador en lugares comunes de la casa: por ejemplo, en el salón.
Educar a los hijos en los peligros de la Red. Hay que explicarles las medidas de protección básicas para evitar cada uno de ellos (por ejemplo para evitar el grooming).
Saber quiénes son sus contactos y revisar su perfil en las redes sociales.
Proteger los datos personales. Los menores no deben rellenar formularios en los que den datos personales suyos, de amigos o conocidos o de su familia.
Poner un horario: es importante que no chateen por la noche y a escondidas de los padres.