La Guardia Civil de Salamanca ha detenido a un vecino de la localidad gaditana de San Roque de 22 años por un delito de corrupción de menores a través de las redes sociales en Internet conocido como grooming o child grooming.
Durante la detención se registró su domicilio, donde se incautó diverso material informático y de telefonía móvil.
En este caso los contactos de grooming se habrían realizado a través del programa de mensajería instantánea Messenger de Microsoft y uno de los datos que requeriría el presunto autor de estos hechos delictivos era el número de teléfono personal del menor, con el fin de lograr otra vía de contacto más directo con la víctima, por si esta abandonaba la comunicación por Internet. Así, mediante amenazas telefónicas, intentaba que se volviese a conectar y que accediera a sus pretensiones de obtener favores sexuales.
En relación con estos hechos se han detectados varios correos electrónicos susceptibles de haber sido empleados en acciones similares a las que motivaron la investigación.
La Guardia Civil de Salamanca realiza un esfuerzo importante en relación con esta tipología de ciberdelitos. Este mismo grupo desarrolló hace meses la Operación ‘Puño Dorado’ en el trascurso de la cual se identificaron 204 víctimas distribuidas en 17 provincias españolas.
Los más expuestos son los jóvenes entre 13 y 17 años, según Jorge Flores Fernández, director de PantallasAmigas, una iniciativa de promoción de la seguridad de los jóvenes en las nuevas tecnologías. «Lo hacen para ligar, coquetear, o simplemente relacionarse y divertirse. Otras veces lo hacen por la presión del grupo, el sentimiento de pertenencia o el deseo de transgredir. Pero, en general, no ven las consecuencias. No creen que las imágenes vayan a salir. Pero salen, algunas veces, incluso, como una broma», afirma Flores.
El psicólogo Javier Urra, primer Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, corrobora la motivación de los adolescentes. «Es una manera de sentirse aceptados en el mundo virtual, consideran que es su forma de hablar y que los adultos se asustan porque no las entienden. Es su espacio de autonomía, su mundo íntimo». El 85% de los menores entre 10 y 15 años conectados a Internet, según un reciente estudio del Observatorio de la Seguridad de la Información, responde que no sabría qué hacer ante un caso de acoso en la Red, indica Urra.
La última práctica de riesgo a la que se ha dado nombre es el sexting, o envío de este tipo de fotografías a través del teléfono móvil. Jorge Flores cree que, en este caso, «el problema es mayor porque hay menos percepción de riesgo y los adolescentes tienen muy poca cultura de la privacidad». El psicólogo cree que, para los nativos digitales, manejar conceptos como la privacidad de lo personal es muy complicado: «Creo que habrá un efecto rebote y se estabilizará, pero se necesita tiempo».
El envío o tenencia de fotografías comprometidas de menores «pueden constituir un delito de pornografía infantil, aunque sea entre los propios menores», asegura el director de Pantallas Amigas.
La Guardia Civil detuvo ayer al presunto autor de una violación de la que fue objeto una menor de edad de Chiclana (Cádiz), tras seguirle la pista desde hace 2 meses, cuando tuvo lugar la agresión sexual de la joven, de 16 años. El detenido habría contactado con su víctima a través la red social Tuenti, en internet.
Siguiendo el típico patrón del denominado grooming en internet, primero fue granjeándose poco a poco su confianza, haciéndose pasar por un adolescente. Después, dio paso a las exigencias y el ciberacoso. Y comenzó a coaccionar a la joven, hasta obligarla a quedar con él amenazándola con extender por la red las conversaciones y las imágenes íntimas conseguidas de ella a través del engaño. La menor, finalmente accedió a encontrarse con él, desplazándose hasta Conil el pasado mes de diciembre, donde se produjo la violación.
Un joven que ya había sido arrestado el año pasado por chantajear a otros chicos por Internet, mediante la práctica del grooming. Una de las víctimas, un menor estonio, se suicidó.
El detenido, de 22 años y considerado muy agresivo, coaccionaba a menores a través del MSN Messenger vía teléfono móvil tras haberle sido negada la conexión a Internet mediante ordenador en su domicilio. Su modus operandi consistía en hacerse pasar por una chica adolescente (para lo cual disponía de una colección de fotos y vídeos) para lograr que le enviaran archivos de contenido sexual varones con los que contactaba en Internet. En Octubre de 2008 le fueron intervenidos materiales de sexting de 70 jóvenes.
El detenido obligaba a los menores a llamarle por teléfono, y en ocasiones les amenazó con la muerte si perdía el contacto con ellos e incluso llegó a llamar a los padres de sus víctimas o a enviar vídeos sexuales de los menores a los contactos de estos.